miércoles, 26 de julio de 2017

Vincere in bellezza

El otro día, debían de ser casi las dos cuando Christian y yo acabamos de imponer el molde para un nuevo trabajo en la Grafix.
Ya os hablé de Christian, ha hecho sus prácticas de Máster en Oficio y hace unos días estaba haciendo un proyecto propio. Las únicas directrices que le di para el proyecto eran que tenía que ser como mínimo en un DIN A-4, que tenía que integrar texto ¡en cuerpo de texto! (ha utilizado Bodoni 10pt) y una imagen carvada en linóleo.
Como ya era demasiado tarde para poner tinta en la máquina (el mes de julio pide días de media jornada), pero estábamos un poco ansiosos por ver cómo nos había quedado el impreso pensé que era el momento idóneo para intentar sacar una prueba con papel de calco.
Es algo que me pareció ver de refilón en alguna red social hace tiempo, y quería probar si las impresiones con papel de calco realmente ofrecían una calidad mínima como para que fueran útiles.




Y, la verdad, la técnica me gustó. El papel de calco que utilizamos no estaba nuevo, yo ya lo había usado para calcar un par de dibujos. Pese a todo, la impresión que nos produjo, aunque estaba lejos de ser perfecta, fue suficiente para detectar algunos errores en el texto y poder empezar con las correcciones sin necesidad de haber entintado el molde. También pudimos detectar algunas cosas que no nos gustaban en cuanto a la distribución de los blancos.
Creo que hicimos hasta tres pruebas con el mismo papel de calco. Y funcionó.



¿Os imagináis cómo lo hicimos, verdad? Coloqué el papel de calco boca arriba (la parte entintada hacia arriba) sobre el molde, así, dejado caer. Luego el papel a imprimir lo introduje en la máquina conforme se hace habitualmente, haciendo topes en los registros. Et voilà! El molde se imprime "en su sitio" sin necesidad de ensuciar letras ni rodillos.

Al día siguiente, con las primeras correcciones ya realizadas y, ahora sí, con toda la mañana por delante, pusimos tinta negra en los rodillos y sacamos unas pruebas. Después de hacer alguna corrección más, imprimimos la tirada.



Posteriormente haríamos otras pruebas con el grabado en linóleo.


Y al día siguiente nos tocó averiguar qué es eso que llaman "Celeste Bianchi", que por lo que se ve no tiene un número Pantone asignado. (Y me parece bien, que conste). No nos decidíamos si la cosa iba más hacia el verde o hacia el azul. 


Y, finalmente, ved aquí el proyecto acabado.



Por si teníais alguna duda, os lo confirmo: Christian es aficionado al ciclismo ;-)

Nota: Esta entrada podía haber pertenecido a la serie Cosas que no esperabas encontrar en una imprenta: papel de calco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario