martes, 29 de octubre de 2013

¡Hola Pola!

Parece que este comienzo de curso está siendo muy productivo en el taller; bueno, más que productivo, efectivo. Por fin estoy llevando a cabo proyectos que estaban en mi cuaderno de notas desde hace años.
Uno de esos proyectos era un álbum de fotos para polaroids. Ya sé que hoy en día entre las cámaras digitales y los móviles ya nadie hace fotos analógicas, y mucho menos de revelado instantáneo. Pero a mí me gustan las polaroids, y yo todavía hago alguna de vez en cuando (hasta que se me acabe el stock).



Parte del atractivo de este trabajo era imprimir con tipos de madera sobre cartón gris contracolado. Ya sabéis que a mí lo del cartón gris al aire me gusta mucho (así son los libros que le construyo a mi hijo Miguel, y así son las cajas que utilizo para lápices y papelería personal, también son así los álbumes que hago junto con Heroine Paper Goods). Pero todavía no os había enseñado un trabajo que tuviera las tapas impresas con tipos de madera.
La encuadernación es estilo japonés, con tela amarillo yema pero en tono pastel; y en el interior hay diez hojas de cartulina negra (porque los "carretes" de Polaroid son de 10 fotos). Las fotos se sujetan con esquinas adhesivas para no dañarlas.

P.D.: El año pasado le hice a mi sobrino Roque un cuaderno de campo y un álbum de fotos con esta técnica como regalo de Comunión, pero no me dio tiempo a fotografiarlo y no os lo pude mostrar.

viernes, 18 de octubre de 2013

¡Por fin! o Nos tiramos a la piscina

Octubre de 2012, sí, justo hace ahora un año escribí por aquí sobre los botadores. ¡Qué vergüenza! Hace un año que empecé a pelearme con un cliché de unos bañistas, que yo quería convertir en un solo bañista. Esta es la foto de entonces:


Esta semana, por fin, he acabado con los bañistas indeseados (y con la piscina, y con los árboles, y hasta con los vestuarios). Es de justicia decir que en todo este tiempo los bañistas han estado olvidados en un cajón, no vayáis a pensar que estas cosas llevan tanto tiempo. En un par de días he acabado con las partes del grabado que no quería, y he impreso una tarjeta a cinco tintas.

El bañista
El mar
Porque si le quitaba la piscina al cliché tenía que ponerle agua nueva al bañista, y he impreso un agua hecha con azuré (las líneas que se utilizaban antiguamente para las cifras en los cheques o recibos). Para el mar empecé con una tinta azul (mezcla de cian y azul reflex) para la zona más profunda, y luego fui añadiendo blanco transparente para ir aclarando el tono.


Ay, esto ha sido más largo que un embarazo, y yo estoy muy satisfecha con mi hijo "docemesino". 
El bañista forma parte de una nueva colección de tarjetas que pronto estarán disponibles en la tienda. Ya he impreso cuatro modelos —ninguno tan bonito como este ;-P—, y creo que todavía imprimiré uno más.

* * *

Y ahora, nos tiramos a la piscina ;-) Hace un momento he entrado en el Facebook de Oficio y me falta nada para llegar a los mil seguidores. Así que el último día de octubre sortearé entre los seguidores del Facebook de Oficio y aquellos que comenten en esta entrada (opción para los que no tengan FB) cinco colecciones de las nuevas tarjetas que aparezcan a la venta en la tienda (habrá cinco premiados, no queremos un abusón que se lleve cinco unidades de cada tarjeta).