jueves, 28 de abril de 2011

Espiad

Esto es lo que pasaba el martes en el taller.

Después de tres intentos, por fin logré imprimir las tarjetas con el Pantone 3262 (el famoso verde).


Tuve que limar mucho, hacer un arreglo, elevar la altura del grabado y, el truco final, un papelito cuadrado que veis colgado de la goma elástica para evitar que las tarjetas se mancharan (tenía que haber recortado el grabado antes de pegarlo y así no habría tenido que limar ni que usar el truco del almendruco).

La esquina requetelimada

martes, 26 de abril de 2011

Cuerpo 36 (tipoteca)

Nooo, esta entrada no es para contaros cómo me va con la "operación bikini" :-P. Veréis.

El otro día, leyendo el blog bruta-bruta me hizo gracia su comentario sobre que la computadora le había estado engañando toda su vida.
El comentario hacía referencia al tamaño de las letras, al cuerpo. Hoy yo he decidido sacar tres de mis tipografías en cuerpo 36.


De izquierda a derecha lo que aquí veis son oes: de Escritura Inglesa, Futura y Venus Ancha Negra.
Como veis el tamaño del tipo es el mismo, en cambio, el tamaño de la o es bastante diferente.

Continuemos.
¿Qué pasa si componemos una palabra completa?


Las diferencias todavía parecen mayores. Pero las tres palabras siguen estando compuestas con un cuerpo 36. El cuerpo 36 (36 puntos = 3 líneas = 3 cíceros) se refiere a la distancia entre el extremo de los rasgos ascendentes y el extremo de los rasgos descendentes.

Como podéis ver, en la tipografía Venus los rasgos ascendentes y descendentes son muy cortos, y la línea de altura de la equis es muy alta. Para profanos: el palito de la pe es cortísimo, lo mismo que el de la efe o el de la te; sobresalen muy poco con respecto a la altura de la o, por ejemplo.
En la tipografía Futura los rasgos ascendentes son bastante más largos que los rasgos descendentes.
En cambio, en la Escritura Inglesa la altura de las equis es muy pequeña y los rasgos ascendentes y descendentes son iguales o mayores a la altura de la equis.
El caso es que desde el extremo superior de la efe hasta el extremo inferior de la pe, estas tres tipografías miden lo mismo: 36 puntos.
Y sí, cualquiera puede pensar que el ordenador le ha estado engañando durante años.

martes, 19 de abril de 2011

Raíces familiares

Esta va a ser una entrada un poco personal,
pero espero que no sea menos interesante.


A veces me paro a pensar de dónde me vendrá a mí la inquietud de fabricar cosas con las manos. Por qué razón, habiendo estudiado una carrera universitaria me empeño en dedicarme a un oficio, a un trabajo más manual —e incluso más visual—, que intelectual.
En una ocasión una lectora de este blog, Macarena, comentó que en su familia había varios miembros que se dedicaban a las Artes Gráficas, entre ellos su abuelo. Y, por un momento, me planteé si a mí me habría gustado este oficio si hubiera sido mi abuelo el que me hubiese enseñado. No estoy segura, la verdad. A veces creo que las dificultades nos impulsan, nos dan vida y más ganas de las que tendríamos si todo fuera más fácil. El hecho de que para mí la imprenta fuese algo desconocido creo que le añadió interés al aprendizaje, llegándose a convertir en un reto.

Pero todos estos pensamientos con que me distraigo de vez en cuando amainaron este verano.

¡Había encontrado un resquicio, una pequeña conexión entre mi abuelo, mi padre y yo cuyo hilo conductor era la imprenta!

Este es el capítulo de los metales, pero nada de la aleación de Gutenberg

Portada del libro

Las dos fotos de más arriba pertenecen a un libro que escribió mi abuelo paterno, José María Espinosa Feijóo, y se autoeditó en 1962.

Mi abuelo paterno era químico, de hecho, tres de mis cuatro abuelos eran químicos: José María, Matilde (mi abuela paterna) y Paco (mi abuelo materno). Mis abuelos paternos se dedicaron a la enseñanza, mi abuelo materno fue empresario y mi abuela materna, Lola, era ama de casa y tenía unas manos excepcionales para la cocina y las labores de aguja.

¿Dónde entra aquí la imprenta? ¿Y mi padre?




Este verano encontré en el desván de la casa de mis bisabuelos paternos todos los grabados que se utilizaron para imprimir el libro de mi abuelo. El libro fue ilustrado por mi padre cuando tenía 20 años. Y allí arriba en una caja, no sé de dónde salió, aparecieron todos los grabados de las ilustraciones de mi padre.

¿Qué os parece? Yo no me lo podía creer. ¿En qué estaría pensando esta familia mía para guardar durante 50 años estos grabados? Todavía no los he puesto en la máquina, pero en general, parece que están en buen estado. Algunas de las bases de madera se han desmontado, puede que para intentar recuperarlos vaya a la carpintería y les ponga bases nuevas a la antigua usanza, con trocitos de madera. Esta colección de grabados no deja de ser un recuerdo de mi abuelo en el taller, una herencia que, involuntariamente, tiene más valor para mí del que jamás pudo pensar él.

Ahora, y ya que habéis leído hasta aquí, debo hacer varias apreciaciones:

1. Sí, los químicos estudian los metales y yo he acabado imprimiendo con metal pero no creo que deba sacar muchas conclusiones de esta coincidencia. Los impresores no son químicos y mucho menos los químicos, impresores.
2. Mi padre, pese a tener unos padres de "ciencias" se decantó por las "letras" (como hice yo) y, eso sí, se dedicó a la enseñanza como sus padres.
3. Mi abuelo Paco, el otro químico, el empresario, montó una empresa de lámparas de bronce. Bueno, ya sabéis que yo atesoro algunos grabaditos de bronce pero no, tampoco sacaremos de aquí conclusiones.
4. ¿Y mi abuela Lola? Además de que heredé de ella el nombre y la estatura (escaso metro y medio) creo que también heredé de ella la habilidad y el gusto por hacer cosas con las manos. ¡Va a estar aquí el quiz de la cuestión!

¡Válgame Dios! ¡Tanto licenciado y tanto catedrático para esto, abuela! :-)

¡Ah! y quinto y último:
5. Para ser un libro autoeditado creo que mi abuelo y mi padre resolvieron bastante bien el diseño de la cubierta. A ver si vamos a tener aquí a dos tipógrafos frustrados ;-)


Hoy no me quiero extender más con esta historia, porque no quiero abusar de vuestra confianza. Pero si me dais permiso, otro día continuo donde lo he dejado.

jueves, 14 de abril de 2011

Blanco transparente

Estos días atrás tuve que fabricar un color para un encargo. El diseñador me indicó una referencia Pantone y yo me puse manos a la obra con la pantonera y las latas de tinta. El asunto no parecía muy difícil: Pantone 3262 era 37,5% verde, 12,5% azul, 50% blanco transparente.
Pero el blanco transparente resultó ser bastante difícil de trabajar.

Un primer intento: en el centro blanco y verde
El blanco transparente es ese poquito que veis a la izquierda y que parece barniz. Yo me puse mi montoncito de verde, mi montoncito de azul y mi montoncito de blanco transparente y empecé a mezclar. Poquito a poco para no pasarme.
Pero a diferencia de lo que pasa con el blanco cubriente, con el blanco transparente trabajas bastante a ciegas. Mientras mezclas no sabes muy bien cuánto estás aclarando el pigmento.
Enseguida me dí cuenta de que las cosas no iban nada bien. Que yo estaba lejos de acercarme al color Pantone que debía conseguir. El blanco transparente es dificilillo, pero yo había errado en la elección del verde base, así que no había nada que hacer. Tendría que empezar de nuevo con el verde adecuado.
Pero pensé que podía aprovechar la ocasión para enseñaros las diferencias entre blanco transparente y blanco cubriente.

Un segundo intento: arriba con blanco cubriente
Así que saqué un montoncito de blanco cubriente y mezclé. ¿Veis la diferencia? Arriba está el verde mezclado con blanco cubriente, y conforme mezclas vas viendo que el verde se aclara. Abajo está el verde con blanco transparente y con algo de azul; a la vista es un verde oscurísimo, pero si nos pusiéramos a imprimir con él, no lo sería tanto.

El caso es que acabé haciendo un verde bastante bonito pero que no se parecía en nada al Pantone que era mi objetivo. Recogí la tinta, la guardé en un bote para otra ocasión, limpié las espátulas y la mesa y me dispuse a empezar de nuevo.


Ahora sí parece que lo conseguí. Qué lejos estuve ¿eh?

¡Ah! y el otro día caí en la cuenta de que las espátulas que los niños usan para la plastilina son perfectas para los pequeños montoncitos de tinta. 


Eso deben de ser las ventajas de ser mamá-impresora ;-)

martes, 12 de abril de 2011

Japón

No había comentado yo nada por aquí sobre los sucesos de Japón. Creo que intentaba engañarme, como si al no nombrarlo no existiese. Pero esto parece el cuento de nunca acabar y mi angustia crece.

Un poco como homenaje y un poco por ver algo bonito que nos haga olvidar lo feo que se está poniendo todo: os enseño un libro de mi estantería, un pequeño tesoro sobre Japón.







Con mis mejores deseos.

jueves, 7 de abril de 2011

¡Prensa, prensa!

Este mes "salgo en los papeles" ;-)
En Valencia se edita una guía mensual de ocio y cultura llamada Agenda Urbana. Se distribuye gratuitamente por pubs, cafeterías, tiendas y salas de cine; y hoy por hoy es de lo más fiable y exhaustivo si estás buscando un plan y no sabes qué hacer.
Pues este mes en la sección Internet recomiendan este blog nuestro (mío y de los que me leéis).


Salgo en la página 16 y me dedican dos fotos. Supongo que las reconocéis porque son de hace unos días.
La agenda está en ISUU, podéis leerla aquí.


P.D.: He cambiado de escenario para hacer las fotos del blog, para que cotilleéis un poco en mi taller. En la primera foto se ve al fondo la Barcino y a la izquierda la guillotina Iranzo. En la segunda foto se ve uno de los chibaletes.

lunes, 4 de abril de 2011

Ilustración retro

Ya es día 4 y no había actualizado la barra lateral de recomendaciones de blogs. Este mes os propongo algunos ilustradores con un estilo muy particular. Yo lo he llamado retro, pero vete tú a saber cómo se definen ellos mismos. Que no me lo tengan en cuenta.
De los enlaces que os he puesto, mis favoritos son el estudio de Alexis Rom y Jim Flora.
Del estudio de Alexis Rom me fascina todo. Como imaginaréis lo que me resulta más atractivo es el uso que hace de los procesos manuales de impresión; desde los tipos móviles hasta los sellos de caucho (la solución de sellos de caucho para la imagen de una peluquería me parece genial).
Y Jim Flora, bueno, para mí es fantástico. Lo descubrí hace doce años con motivo de una exposición en el IVAM (Institut Valencià d'Art Modern) sobre el diseño de las portadas de discos. Por suerte, compré el catálogo de la exposición, porque hoy está agotadísimo y donde lo encuentras de segunda mano es muy caro.


En este catálogo aparecen trabajos increíbles realizados entre 1940 y 1968. El disco de jazz y en cierta medida también el de música clásica, permitió dar rienda suelta a la creatividad de muchos artistas e ilustradores. Aquí aparecen portadas de Jim Flora, de Burt Goldblatt, de Alex Steinweiss, de David Stone Martin, e incluso de Andy Warhol.
Como no podía ser de otro modo ;-), el señor don Juan Manuel Bonet era el director del IVAM cuando se programó esta exposición y se editó este catálogo —soy fan de la "era Bonet"—.

Unos años después se editó un libro sobre Jim Flora. Y también le eché la zarpa ;-)


Por supuesto, la lista de enlaces no es exhaustiva. Sólo propongo algunos que tengo más presentes últimamente.